Testimonio Jessica Berrio | 22 años
¡Hola! Mi nombre es Jessica Berrio, tengo 22 años y actualmente acabo de finalizar mis estudios como auxiliar de enfermería en el centro López Vicuña. Ahora mismo me encuentro en Atenas, Grecia realizando prácticas en la residencia Restion.
Escribo esto porque quiero contaros mi experiencia. Cuando supe que había sido seleccionada para poder participar en este programa sentí mucha alegría y entusiasmo, ya que nunca había salido de mi casa por un mes y mucho menos sola. Quiero deciros que al principio, los primeros días de mi estancia aquí en Grecia fueron algo difíciles, ya que en mi caso estaba sola viviendo en el mismo sitio donde realizo mis prácticas y no tenía a nadie conocido. Tenía mucho miedo y lo único que pensaba era en volver a casa y abandonar.
En verdad, un día me levante y decidí cambiar el chip. Empece a pensar en por qué querer abandonar si meses antes lo único que quería era realizar este viaje y disfrutar de esta aventura. Empece a ver esta oportunidad de otra manera y, de este modo, me di la oportunidad de ir conociendo a grandes personas y al mismo tiempo de disfrutar de mis prácticas, ya que no les estaba dando el valor que en verdad se merecían. No os llegáis a imaginar lo orgullosa y contenta que estoy ahora mismo de esta experiencia y de mí. Porque durante un mes he aprendido a convivir con personas desconocidas, a darme la oportunidad de conocer a nuevas personas sin crear ningún prejuicio; y sobre todo a valorarme como profesional, ya que ver día a día a tus mismos pacientes durante la mañana y la tarde te hace crecer como persona y al mismo tiempo sientes que sin tu ayuda a lo mejor esas personas no podrían comer, ni tan solo levantarse de la cama. Y, creedme, no hay nada que te llene más que ver la gratitud de esas personas hacía ti. Eso te llena, y cuando estás completamente solo no quieres nada más que eso.
Personalmente, Erasmus me ha cambiado la vida en un giro de 180º. Aquí he aprendido a darle verdaderamente importancia a lo importante, es decir he dejado lo material de lado (móvil, redes sociales etc..) y he aprendido a valorar y apreciar lo que la vida nos regala día a día y que antes no era capaz de ver. He aprendido a confiar en mí y no dudar de mis cualidades, a tener seguridad y a luchar por lo que quiero sin pretextos. A valorar tan solo cinco minutos de un café con alguien que te puede hacer reír , a reencontrarme día a día con mis sentimientos y a sentirme bien conmigo misma sin importar lo que digan o piensen de mi.
En lo personal está experiencia no la olvidare nunca, ya que gracias a esta oportunidad he podido crecer personalmente, y al mismo tiempo me llevo grandes amistades, un nivel de idioma increíble porque aunque parezca mentira aquí me he dado cuenta que sé inglés mucho más de lo que pensaba.
Me llevo en mi corazón a unos pacientes y compañeros de trabajo excelentes que día a día me ofrecieron su cariño y al mismo tiempo me ayudaron a disfrutar de esta experiencia y a esta ciudad que tiene lugares y personas maravillosas. Pero sobre todo me llevo la tranquilidad y felicidad de saber que no abandoné y que luché hasta el final para hacer lo mejor que pude mi trabajo día a día y que al mismo tiempo disfruté, aprendí y viví esta experiencia dando todo lo mejor de mí.
Me despido muy feliz de esta aventura y a la misma vez siento nostalgia por marcharme de esta ciudad y alejarme de las grandes personas que he conocido. Solo me queda dar las gracias a todas las personas que han hecho de esto posible, que no solo organizaron este proyecto, sino que también se preocuparon por mi bienestar. Me habéis ayudado a cumplir un sueño.......Muchísimas gracias. Ojalá algún día yo también pueda ayudar a otros participantes a disfrutar y vivir aventuras similares. ¡Erasmus, me has cambiado la vida!