Testimonio Álvaro Pastor | 23 años
Han sido dos meses muy intensos en los cuales ha habido de todo. Llantos y risas (más risas que llantos, todo hay que decirlo) momentos duros al estar solo en otro país en el cual hablan otra lengua totalmente diferente. Este hecho, ha sido duro como decía. Pero ha hecho que me conozca mejor a mi mismo, conocer mis límites y sobre todo me ha hecho más fuerte y me ha hecho ver que soy capaz de conseguir cualquier cosa.
Es un país magnífico lleno de bonitas playas, monumentos arqueológicos increíbles, pero lo que más me ha gustado ha sido su gente. Es gente muy acogedora y amigable, súper generosos y alegres, por lo que me han hecho sentir como en casa.
En cuanto a las prácticas también he aprendido mucho, aunque ha sido muchas veces difícil entenderse, ha sido una muy buena experiencia y he descubierto otras maneras de trabajar con personas de la tercera edad, a parte de mejorar también el inglés. Estoy muy agradecido al equipo de St. George Metropolitan por la implicación y ayuda para adaptarme mejor a este país.
En resumen, me llevo un montón de momentos únicos e irrepetibles y un montón de buenos amigos los cuales espero con los brazos abiertos en España.