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Testimonio Nerea Fernández | 19 años

He venido de ERASMUS a Italia. Durante estos dos meses he estado realizando las prácticas en un centro de verano, “centro estivo”, llamado Pianeta Estate Buscherini.

De la experiencia respecto al lado profesional ha sido genial.  El primer mes no hacía mucho ya que es el comienzo y no conozco el idioma ni la forma de trabajar del centro. Durante ese tiempo no acababa de ser lo que debería hacer respecto a los estudios que estoy realizando, pero de alguna manera está relacionado y he podido aprender formas de dinamizar grupos y de resolver problemas. Además de aprovechar los espacios y materiales de los cuales se dispone. El segundo mes ha sido perfecto e increíble, he trabajado con la “infanzia” que son los pequeños de 3 a 5 años. En este espacio he vivido que, aunque no sepas muy bien el idioma, hay muchas formas de poder comunicarte con los niños y con el resto de trabajadores. La infancia sí es lo que estoy estudiando y supongo que por eso me gusta tanto. Mis compañeros de las prácticas son geniales, nos ayudan muchísimo y están muy interesados en nuestra lengua y en nosotros, las relaciones son buenas.

Respecto a lo personal va a ser un poco más largo ya que hay varios aspectos de los que hablar. Empezaré por la convivencia en la residencia; no es lo que esperaba. Para empezar, no es una residencia de estudiantes, compartimos las zonas comunes y convivimos con otras personas que trabajan, que tienen problemas personales… mucho más no sé ni me interesa.

La habitación he tenido suerte y es de las mejores de este lugar. Es una habitación doble, bastante amplia en comparación con el resto, con un baño (en el cual la ducha es amplia en comparación con la de otras habitaciones en la que están otros compañeros de erasmus), dos mesitas de noche, dos escritorios, dos armarios y estanterías. Comparto habitación con una compañera que vino de Erasmus conmigo, cuando nos dijeron que conviviríamos en cuartos con otras personas de otros lugares, pero me he llevado bien con mi compañera de cuarto así que tan mal no ha ido.

Hablando de la residencia, tengo que mencionar las zonas comunes. La sala común de la segunda planta no está mal, hay una televisión, unos cuantos libros en italiano, la única pega es que las sillas son muy incómodas. La zona de lavandería es el peor lugar para poner la ropa a secar porque está en el sótano y tarda más en secarse, en la puerta de ésta pone que no se hacen cargo de lo que pase con la ropa, es el único lugar de la residencia sin cámaras y a mí me desaparecieron un par de prendas de ropa.  Y por último, la cocina de mi planta (hay una cocina por pasillo). En mi cocina hemos estado los dos meses con solo una nevera funcionando (la pequeña) de las dos que había, de dos hornos solo funcionaba uno y de dos vitrocerámicas solamente funcionaba una; esta última semana han arreglado la vitro y el horno, y la solución de la nevera ha sido poner estantes, si no hay espacio con más estantes es peor… Como a parte de nosotros hay otras personas, la cocina está bastante sucia, yo intento mantenerla limpia y limpiar todo lo que uso, enjuagar el mantel y todo lo que se tiene que hacer para tener una cocina limpia, lo que no voy a hacer es limpiar todo lo que ensucian el resto de personas, porque como ellos esto ha sido “mi casa” durante estos días y uno mantiene limpia su casa.

En este viaje he conocido muchas personas; las del trabajo, unos amigos y amigas que hice en el Jump y que eran españoles/as y otros italianos (bar para conocer gente), la gente que vino conmigo de ERASMUS y con los que convivo en la residencia. Aquí en Italia son muy simpáticos y amables, al menos con los que he tratado. He podido ver varios lugares de Italia que todavía no había visto, como Bologna, Ferrara, Verona, Ravenna, y otros… a mí me encanta Italia y por eso escogí venir aquí para realizar este ERASMUS.  

Nerea Fernández