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Testimonio Elisa Ferro | 27 años

Elisabeth ha colaborado con la Fundació Tallers en actividades con personas con discapacidad.


Soy Elisa, tengo 27 años y soy italiana. Desde septiembre tuve la oportunidad de hacer mi voluntariado en Fundaciò Tallers, en contacto con personas con discapacidades, y fue una experiencia muy importante para mí, desde el punto de vista personal y educativo.

Al mismo tiempo, no siempre fueron meses fáciles, tuve que reforzar mi capacidad de adaptación a nuevas situaciones y cambios. Sin embargo, fue ciertamente una experiencia muy hermosa, que me dio la oportunidad de conocer gente hermosa que me enseñó mucho.

Una de las personas que más me enseñó a comportarme, a mediar y a comunicarme con niños y niñas, fue una educadora llamada Filo. Con ella organizamos algunas salidas junto con los chicos y chicas (que tenían una edad diferente que los demás, tenían, de hecho, entre 50 y 70 años), y siempre recordaré la belleza de ir todos juntos a Barcelona, a visitar los monumentos, los museos, o la playa de Badalona, donde hicimos muchas fotos en el Puente del Petrolio que, desgraciadamente, después de unos meses, quedó destruido debido a una fuerte tormenta.

Además, conocí a muchos niños y niñas que me hicieron comprender que la discapacidad no es un límite, sino un océano de posibilidades: de hecho, muchas niñas y niñas eran muy buenas dibujando, pintando, había quienes sabían tocar un instrumento, quienes sabían crear brazaletes y collares, quienes conocían diferentes idiomas y quienes recordaban de memoria series interminables de números. Sus cualidades me impresionaron y me hicieron muy feliz.

Con los demás voluntarios creé una relación muy agradable, nos hicimos amigos y visitamos Barcelona, divirtiéndonos mucho y creando un grupo agradable con el que hacer varias actividades. Desafortunadamente debido a la llegada del Coronavirus no pude despedirme ni de los chicos de la asociación, ni de los educadores, ni de los demás voluntarios, y esto me hizo muy triste porque quería abrazar a todos y a todos y agradecerles personalmente por todas las emociones que sentí. Sé que no soy la única que experimentó estos sentimientos, así que puedo decir que estoy segura de que, en cualquier caso, todo lo que experimenté permanecerá dentro de mi corazón para siempre.


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