Testimonio Nagore Ferrero | 28 años
En mi tercer año de universidad solicité una plaza Erasmus que no pude aprovechar. Me frustré mucho entonces, pero ahora tengo más claro que nunca que todo pasa por algo. Lo más curioso es que el primer destino en mi lista fue Polonia. Cómo iba a imaginar que 8 años después tendría la oportunidad de precisamente venir a este país y vivir una de las mejores experiencias de mi vida. Sé que suena típico, pero así es.
Wroclaw es una ciudad acogedora y repleta de vida que me está aportando infinidad de aprendizajes tanto a nivel personal como profesional. Casi 4 meses después sigo sin creerme que esté aquí aprendiendo tanto sobre lo que me gusta. Al principio admito que lo que más me asustaba era la barrera idiomática, pero es increíble la cantidad de mensajes que podemos transmitir a través del lenguaje corporal. He pasado mil tardes con niños/as que solo me hablaban en polaco y descubierto que, a fin de cuentas, el cariño es universal.
Trabajo con voluntarios de toda Europa, con niños/as polacos/as y romanís; y con migrantes que han encontrado en Polonia una oportunidad de hogar y requieren de recursos de consejería legal para obtener la residencia o luchar contra cualquier tipo de violencia motivada por prejuicios. El bagaje cultural y diferentes rostros e historias que me llevo de esta experiencia son infinitas. Son de este tipo de cosas que sabes que no olvidarás nunca.
Nuevas amistades, nuevos viajes, nuevos paisajes, nuevas vivencias, compañeros/as de trabajo excelentes, idiomas imposibles… y mucho amor. Es difícil resumir en pocas palabras lo que estas prácticas están suponiendo para mí. Es una bocanada de aire fresco y regresaré con las pilas más cargadas que nunca.
Cada vez que pienso en que queda poco para que todo se acabe, se me forma un nudo en el estómago. Creo que no hay mejor y más fiel indicador para describir lo que siento y lo que me apena que el círculo se cierre. Pero por supuesto estoy deseando conocer todas las puertas que esta experiencia me ayudará a abrir en un futuro.
Polonia y su gente: habéis sido todo un descubrimiento y un verdadero placer. Puedo marcar un lugar en el mapa al que sin duda volveré.
Do zobaczenia wkrótce! (hasta pronto).