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Testimonio Zaida Sabariego | 27 años

Si echo la vista siete meses atrás, recuerdo los nervios por lo desconocido, las inseguridades respecto a mi nivel de inglés y a la vez las ganas de conocer un nuevo país por el cual no sabía mucho por aquel entonces ni era un destino que hubiese tenido en mente antes.

Ahora siete meses después, no puedo estar más feliz por la elección que hice en su momento tanto por el país que elegí como por la asociación y el proyecto que llevan a cabo desde el año 2012 en que se formaron.


 

Se trata de un proyecto en el cual promueven la ayuda a personas con no demasiados recursos pero por el contrario con grandes ideas relacionadas con una forma de vida más sostenible, respetuosa con la naturaleza y fomentando un cierto cambio de mentalidad en el cual no solo existe la vida tal y como la conocemos si no que hay otras alternativas fuera del bullicio de la ciudad, concretamente en pequeños pueblos alrededor de Bulgaria que poco a poco se están repoblando con personas jóvenes que buscan el cambio hacia un mundo más cercano a lo natural, cultivando la conciencia por el cuidado del medioambiente y los problemas del cambio climático, tratando así de minimizarlos en todo lo que sea posible.

Durante el proyecto Green Summit de la mano de la asociación Green Association, he tenido la oportunidad de viajar y conocer Bulgaria mejor que mi propio país. Dichos viajes los realizábamos en la v furgo Volkswaven de la asociación o como ellos la llaman la “Van”, o utilizando la red ferroviaria del país que además de ser muy barata y bien conectada, parecía que viajases en el tiempo dentro de sus trenes.


 

Lo cierto es que he aprendido muchísimo acerca de ecocontrucción y alternativas sostenibles en todos los aspectos ya sea: alimentos, cosmética natural, remedios naturales para enfermedades, herbología, permacultura, etc. También he tenido la oportunidad de aprender desde dentro como se organiza un festival, en este caso, un ecofestival y esto te hace sentir que puedes hacer cosas que quizá antes nunca te habrías planteado ya que requiere una gran responsabilidad, pero trabajando en equipo como una comunidad o más bien como una familia todo se puede, y en mi caso me ha hecho ganar mucha más confianza en mí misma de la que tenía antes de vivir esta aventura.


 

Pero además de todo lo que he aprendido acerca de otras formas de vida alternativas y del respeto por la naturaleza viviendo casi todo el tiempo en tienda de campaña con el sonido de los grillos y chacales de fondo cada noche, comiendo frutas de los árboles que nos rodeaban, aprendiendo a buscar setas en el bosque, duchándonos en ríos-lagos sin productos químicos que pudiesen contaminar el agua, llevando conmigo siempre mi taza y mi cuchara para evitar usar plásticos, comprando en mercados tradicionales a granel con bolsas de tela evitando las grandes superficies y únicamente las frutas y verduras de temporada a los autóctonos de la zona, etc.


 


Además de todas estas experiencias vividas, una de las cosas más grandes que me llevo son las personas que he conocido durante el camino. Desde el principio me sentí en familia con todos los que conformaron este proyecto: jefe del proyecto, coordinadores, mentores, supervisores, trainners, profesores de permacultura y por supuesto el resto de voluntarios con los que he ido creciendo personalmente a lo largo del proyecto, con los cuales he aprendido a convivir y a intercambiar diferentes saberes, ya fuese: artesanía, joyería natural, yoga, malabares, meditación, música y danza folclórica, y por supuesto el intercambio de idiomas, entre otras muchas cosas. Por último, los host o anfitriones, personas que siempre tenían algo nuevo que enseñarte a través de sus diferentes formas de pensar que materializaban en su forma de vivir y que siempre mostraban su agradecimiento por la ayuda que le estábamos dando, brindándonos conocimientos de todo tipo y mediante su hospitalidad. En este proyecto creces profesionalmente pero aún más como persona por lo que lo recomiendo encarecidamente a todo el mundo que quiera tener un contacto más cercano con la naturaleza, abrir la mente a diferentes de vida y pensamiento, y adquirir una mayor conciencia por nuestro planeta. ¡Gracias a todos los que habéis hecho posible esta experiencia, os estaré eternamente agradecida!