Testimonio María Sierro | 25 años
Hoy 6 de mayo por la mañana he llegado al aeropuerto de Madrid para coger un vuelo a Milán. Por la tarde llegaré al Ostello dei Ballocchi en Ligonchio, Reggio Emilia, Italia, donde comenzará mi aventura como voluntaria del Cuerpo Europeo de Solidaridad.
El Ostello dei Ballocchi es un albergue que se encuentra en plena naturaleza, en un pueblecito en el Parque Nacional de los Apeninos y donde se llevan a cabo actividades de ecoturismo. Allí es donde pasaré los próximos 5/6 meses, colaborando en diferentes actividades (excursiones, talleres, campamentos, cuidado de animales, recepción, limpieza, intercambios juveniles, comunicación en RRSS y web, etc.).
Ayer preparaba el equipaje para este viaje a los Apeninos (llevando entre otras cosas saco de dormir, botas de montaña, linterna, chubasquero, etc.) y no pude evitar recordar algunos momentos de mi infancia, cuando me iba de campamentos con el colegio a lugares como Pineda de la Sierra o Poza de la Sal (Burgos) o iba de excursión con el club de montaña de Miranda de Ebro a caminar con amigos y familiares por algunas maravillas naturales de Burgos y País Vasco. Parece que con el tiempo he ido cambiando esas excursiones por el turismo de ciudad y una vida más sedentaria en general, viviendo y trabajando en entornos urbanos. Ahora siento que me hace ilusión recordar aquellos momentos y retomar el contacto con la naturaleza, con el respeto al medio ambiente, con el conocimiento de la fauna y la flora, con un estilo de vida más activo físicamente y lejos de la contaminación. Es posible que pasar 5/6 meses en otro país en un entorno de montaña un tanto aislado pueda llegar a ser duro mental y físicamente en algunos momentos, pero comienzo esta aventura con ganas de aprender mucho y dar lo mejor de mí misma.
Ya he vivido otras experiencias de voluntariado (por ejemplo con WWOOF en un huerto ecológico en Córcega, Francia, durante un mes) y sé que puede ser una oportunidad muy gratificante, donde se adquieren nuevas habilidades, se conoce gente nueva, se descubren otras costumbres y puntos de vista y se participa en proyectos interesantes. Sin embargo, es la primera vez que soy voluntaria con el Cuerpo Europeo de Solidaridad. He participado en otros programas europeos como el Erasmus (también en Italia, en Milán) y me alegra que se nos den estas oportunidades a los jóvenes, con becas para poder viajar y aprender en otros países. Al principio el proceso de pedir este tipo de voluntariado parecía un poco complejo (encontrar organizaciones de envío y acogida, navegar entre proyectos buscando uno adecuado a las fechas en que estaba disponible...). Pero pronto encontré la Asociación Mundus. Vi que tenía muchos proyectos en su web y me decidí a solicitar uno. Me contactaron enseguida y con una buena comunicación por parte de la Asociación Mundus (envío) y la Asociación Joint (acogida) el proceso se hizo sencillo. Después de una entrevista por Skype, me eligieron para participar como voluntaria y aquí estoy ahora, llegando a Italia, conociendo a Anita, mi tutora de la Asociación Joint que me acompañará a mi destino, y lista para comenzar esta nueva aventura con ilusión y curiosidad por aprender y descubrir cosas nuevas.
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