Testimonio Ana María Vega | 22 años
Hace ya 7 meses me embarqué en la que, por el momento, es una de las mejores experiencias de mi vida. Y diréis… “¿Ya? ¿Tan pronto?”…“Eres aún muy joven”… Sí, certo, pero es así. Hace siete meses y unas pocas semanas decidí probar algo nuevo. Conocía una chica que había hecho un SVE y empecé a indagar hasta que encontré la Asociación MUNDUS y, entre sus proyectos, uno en Génova que llamó mi atención. Consistía en poder ejercer como ayudante de educador en un par de centros educativos, uno diurno y otro territorial, con niños y adolescentes.
Y me embarqué. Y volé. Y llegué y conocí de primeras a una de las coordinadoras de PECO, la asociación que gestiona nuestro CES allí, y desde el primer momento me han cuidado como nunca. Y después conocí a unos compañeros SVE que ya estaban haciendo sus respectivos proyectos allí, y me robaron el alma. Y como no, a otras compañeras CES con las que ahora tengo el enorme placer de convivir, y también me robaron el alma.
Han sido siete meses llenos de experiencias mucho más que enriquecedoras. Jamás hubiese llegado a pensar que sería capaz de desarrollar tan velozmente capacidades tanto profesionales como personales, y aprender tanto… pero tanto, TANTO. Siempre pensé que uno de los mejores regalos que le podías dar a un niño, era un ambiente enriquecedor… pero debe ser que jamás se deja de ser niño.
Y aunque a veces es inevitable pensar que estas experiencias tienen su fin, a mí aún me quedan cinco meses en los que dejar volar mis capacidades y desarrollarlas al máximo; en los que vivir la vida; en los que COMPARTIR con todos y cada uno de los seres vivos que están en esta ciudad… porque no hay barreras, sólo hay miedos que se ponen a prueba experimentando.
Sin duda, las palabras se me quedan cortas, y ni si quiera hace falta decir que lo recomiendo. Gracias.