Testimonio Rebecca Gasparini | 23 años
Rebe es nuestra voluntaria de comunicación, venida directa desde Italia. Ella llegó junto con los demás voluntarios en febrero, cuando en Barcelona hacía frío y nevaba. Mes a mes nos ha ido haciendo la crónica de sus experiencias en Santa Coloma, hemos descubierto que es una artistaza e Instagram ha subido de nivel con ella en la oficina.
Test de personalidad:
Una canción que no soportes:
Gangnam Style
Tu sabor de helado preferido:
Chocolate Fondant.
Un libro que volverías a leer:
"El otoño del patriarca", de Gabriel García Márquez
Una manía inconfesable:
Despegar carteles en la calle para colgarlos en casa
Una herramienta de trabajo indispensable:
Todo los programas Adobe y Canva
Un destino para perderte:
Chile
Sobre tu SVE:
¿Por qué decidiste hacer un Servicio Voluntario Europeo?
Decidí hacer un SVE porque quería involucrarme en algo a nivel social y fuera de mi entorno. Además me interesaba este proyecto porque estaba relacionado con mis estudios.
¿En qué ha consistido tu SVE?
Mi SVE principalmente ha consistido en trabajar en la oficina de la Asociación Mundus, en el departamento de comunicación. Al mismo tiempo he sido responsable de la formación lingüística de los estudiantes VET que este mes irán de prácticas a diferentes regiones de Italia. También, con los demás voluntarios, hemos llevado el Café Lingüístico, un evento semanal para quien quiera practicar idiomas.
¿Por qué hacer un Servicio Voluntario Europeo?
Seguramente para cambiar de perspectiva y sensibilizarse sobre temas sociales de los cuales no siempre se habla. Se llega a conocer otra realidad no solo por el hecho de encontrarse en otro país sino también por la oportunidad de conocer a la comunidad y trabajar con diferentes grupos sociales.
¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Barcelona/Santa Coloma?
La energía de Barcelona y el ambiente general de algunos barrios junto con la mentalidad de la mayoría de sus habitantes. La ciudad tiene una cara abierta y sonriente que tal vez puede arrollar. Santa Coloma tiene la ventaja de que todo está cerca y hay sitios donde se puede estar un poco más tranquilo sin tener que coger un metro o salir de la ciudad.
¿Con qué momento te quedas hasta ahora?
Hay muchos momentos con los cuales me voy a quedar. El último ha sido hace dos días, cuando, después de cuatro meses viviendo juntos, me di cuenta de que en todo este tiempo he escrito el nombre de mi compañera húngara mal y nadie había aprendido correctamente el apellido del chico francés. Distinguimos cada uno el ruído de los pasos de los demás pero llegamos a conocer lo que normalmente es la primera cosa que sabes de alguien (y tan irrelevante al final) después de haber compartido casi demasiado.
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