Testimonio Venus Martín | 25 años
Venus Martín salió de su casa en Torrijos con una mochila llena de ilusiones, y también de incertidumbre, directa hasta Austria. Entonces era finales de 2017 y por su cabeza pasaban innumerables. Un año después, ha vuelto de su voluntariado con más peso en la mochila, pero no de esos miedos iniciales... ¡Resulta que se trae de vuelta una familia! Sigue leyendo para conocer su experiencia al completo.
El 3 de Octubre de 2017 cogí un avión a Zurich, allí me recogieron dos desconocidos para llevarme a una ciudad llamada Dornbirn, en Vorarlberg (Austria) donde viví durante un año.
Al día siguiente, uno de esos desconocidos, el que sería mi mentor durante el proyecto en OJAH, me recogió para hacer todos los trámites (cambiar de número de teléfono, apertura de cuenta en el banco, registro en el ayuntamiento...). Al terminar fuimos a Hohenems, donde se encontraba la organización.
Durante estos primeros días todo fue una auténtica locura: muchísima gente nueva, un idioma completamente nuevo (alemán) y mi inglés que no era del todo bueno. Yo no podía evitar estar de los nervios y no paraba de repetirme: “Venus, no te rindas, tú puedes con esto”.
Lo que me resultó más difícil fue verme rodeada de un montón de gente desconocida, muchos de ellos adolescentes que además, hablaban entre ellos en su idioma, un idioma que yo no conocía. Lo que no sabía en aquel momento era que en ese país desconocido acabaría teniendo un hogar y que toda esa gente acabaría siendo mi familia.
Mi trabajo consistía principalmente en interactuar con los jóvenes y adolescentes que acudían a s’Kastle, uno de nuestros centros en Hohenems, jugar con ellos, escucharles, atender en el bar... pero además de esto también organizábamos eventos deportivos y culturales, hacíamos talleres, colaborábamos en diferentes proyectos con empresas y colegios, etc.
Para mí fue maravilloso descubrir todo lo que era capaz de hacer y fue una sorpresa darme cuenta de todas las cosas que hacía por primera vez. Hice más cosas nuevas en un año de las que había hecho en muchísimo tiempo.
Sin duda ha sido un año increíble, lleno de aprendizajes y experiencias únicas. Ahora tengo amigos en muchas partes del mundo y una bonita familia en Hohenems. MY OJAH FAMILY.