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Testimonio Lidia García | 23 años

Aquí estoy, a tan solo 5 días de finalizar mi experiencia Erasmus en Lisboa, Portugal.

La verdad que me parece muy difícil explicar cómo me siento en estos momentos, tengo muchísimas ganas de volver a estar en mi CASA y en mi HABITACIÓN, ver a mi familia y amigos.. Pero, por otra parte, se que echaré de menos este lugar, los rincones que he descubierto y visitado, la gente con la que he compartido momentos aquí, sus calles llenas de color, sus pasteles de nata… Muchísimas cosas, sobretodo la hípica donde he realizado las prácticas durante este mes. 

La verdad que cuando me presenté para esta beca nunca pensé que sería elegida. Recuerdo que al ver las listas el día de la entrevista pensé: “¡Bufff! ¡Cuánta gente! Seguro que no soy una de los seleccionados...” De hecho, fue una gran sorpresa cuando mi profesor me dio la noticia, me habían cogido, no me lo podía creer. (La verdad, sigo sin creerme que esto me esté pasando a mi).

Presentarse a esto conlleva una gran cantidad de papeleo, visitas al Mas Fonollar, clases de portugués, un fin de semana en una casa con todos los seleccionados, más y más papeles. Y luego, PUM! llega el día en que te ves en el aeropuerto a punto de subirte a un avión que te llevará a lo que va a ser tu "hogar" durante todo un mes.

 

Al llegar a Lisboa tenía mil cosas en la cabeza. Cuando entre en el piso mi pensamiento era: En una semana llega tu compañera de habitación... ¿Quién será?”. Y, no solo eso, sino que compartes esta casa con otras tres chicas que ya estaban allí. Adaptarme al piso fue lo que más me costó.

Al día siguiente de llegar, tenía que ir a conocer lo que sería mi lugar de trabajo durante este tiempo. En mi caso, era una hípica “Centro hípico militar Os Lanceiros”; tenía muchas ganas de verla y empezar a aprender nuevos conceptos y mejorar técnicas. Mientras estaba de camino a la hípica era un manojo de nervios. La primera impresión fue buena y el recuerdo que me llevo es mejor todavía. Si que es cierto que el idioma era un poco barrera en el trabajo, pero tanto la gente de la hípica como yo poníamos de nuestra parte.

Así que me llevo experiencia, nuevos conocimientos y muy buenas sensaciones.

Ir de Erasmus es genial!! ¿O puede que no?. Estás un mes fuera de casa, eres independiente y tienes una beca. Pero claro, conlleva un enorme esfuerzo por tu parte, tanto a nivel de preparativos y logística, como de adaptación y ganas de aprender.

Creo que cada persona ha de vivir su experiencia Erasmus a su manera. Habrá gente que os dirá que es lo mejor y otra que dirá que es la peor decisión que tomó. Yo personalmente creo que si tenéis la oportunidad la aprovechéis; no será todo fantástico, evidentemente, pero se aprende de ello y vale la pena experimentarlo.