Testimonio Daniel Gil | 23 años
Por el momento podría describir la experiencia como una nerviosidad contínua. Cada día, desde que se me comunicó definitivamente que tendría la oportunidad de recibir esta beca, he pensado al menos una vez en cómo podrá ser el vivir allí, estando lejos de casa, familia y amigos; con la necesidad de aprender un nuevo idioma y un oficio al mismo tiempo, y la seguridad de conocer gente que tendrá costumbres muy diferentes a las mías. He imaginado tantas posibilidades distintas, que estoy tremendamente ansioso por llegar y vivir estos dos meses al máximo.
Soy consciente de que esta oportunidad requiere un esfuerzo muy importante por parte de las personas que lo han hecho posible, además de un difícil sistema de selección (empezando por la necesidad de la fuerza de voluntad para ofrecerse), y por lo que me siento tremendamente afortunado y agradecido.
Sé que esta experiencia me va a hacer crecer mucho como persona y me va a hacer más independiente, pero no solo eso, también estoy seguro de que será una experiencia inolvidable, y de que lo será para bien.