Erasmus+ VET. Sergi Marín es estudiante de la Escola Pia de Balmes y realizó las prácticas de grado superior en Italia gracias a una beca Erasmus+. De noviembre a marzo tuvo la oportunidad de aprender junto al equipo de Officine 8K, una empresa de programación ubicada en Bologna. Después de cuatro meses allí nos cuenta qué tal ha sido su experiencia. 

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Desde el primer momento que me comentaron en el centro donde he estudiado los últimos dos años la oportunidad de irme de Erasmus, no me lo pensé demasiado, a la mañana siguiente de comentarlo con mis padres dije que sí.

Aunque ellos aún no estaban muy convencidos, ya que para mi significaba dejar (temporalmente, al menos al principio) la universidad. La verdad es que este trámite fue increíblemente rápido. Tanto, que al mes ya estaba en Italia.

Para mi, que nunca había estado tanto tiempo por mi cuenta, era el momento de ponerse las pilas, más razón aún siendo en otro país, sin tener ni idea de cómo comunicarse en italiano. Y no solo eso, también influye la convivencia del día a día, en mi caso estuve compartiendo piso solamente el primer mes de los cuatro he estado fuera.

Aunque en el piso todos éramos españoles y eso facilita bastante la comunicación en la casa, no siempre nos entendíamos o podíamos estar a gusto.

Para mi, lo mejor de la experiencia, sin lugar a dudas, ha sido mi estancia en el trabajo. La acogida que recibí fue muy buena, llegando a sentirme realmente cómodo.

Como programador he estado trabajando en distintos proyectos enfocados a la realidad virtual, de manera que no solo he disfrutado del ambiente en mi lugar de trabajo, sino que también he disfrutado de lo que he estado haciendo, han sido un montón de momentos increíbles y de gente asombrosa que he conocido.

Siendo sinceros, si de algo me arrepiento, es de no haber llegado a aprender mucho italiano, ya que desde el principio me he estado comunicando en inglés para poder entender claramente cuál era mi trabajo a realizar durante mi estancia, dejando el italiano para el resto de situaciones.

En mis días libres he aprovechado para conocer todo lo posible del país, viajando a sitios como Trieste, Venecia (varias veces), Padova, Bologna, Florencia y Roma.

Además he conocido a otros estudiantes de Erasmus, ¡de manera que ha sido un no parar!

A parte de esta maravillosa experiencia, también me quedo con la posibilidad de quedarme en la oficina trabajando, ofreciendo para mi, lo que considero la oportunidad de mi vida. De manera que espero poder regresar pronto y seguir disfrutando de esta aventura.

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