Experiencia Erasmus+ en Rumanía. Del 5 al 12 de junio, Marta, Bea y Sara representaron a MUNDUS en el curso de formación "Peers for Peace" que tuvo lugar en Arad, Rumanía. En noviembre, los mismos participantes internacionales se desplazarán a Macedonia para completar la segunda parte de este interesante proyecto. Os dejamos con su crónica y fotos.

Y si leyendo te entras ganas de participar, mira en nuestro listado de proyectos disponibles y apúntate a alguno.

Del 5 al 12 de junio, tres personas tuvimos la oportunidad de participar en la primera parte del curso “Peers for Peace”, que se celebró en un paraje natural único junto a la ciudad rumana de Arad. El curso, en el marco del programa Erasmus+, fue organizado por la asociación rumana Ofensiva Tinerilor, con la colaboración de la red EPTO (European Peer Training Organisation) y de la organización CEJI (A Jewish Contribution to an Inclusive Europe). Durante una semana, 27 participantes de nueve países europeos pudimos disfrutar de un programa diverso de actividades cuyo objetivo fue potenciar la concienciación sobre los factores que determinan la discriminación basada en las creencias religiosas.

Primero, los participantes nos conocimos y compartimos nuestros sistemas de creencias y nuestra visión sobre la espiritualidad y la religión. Después, para entrar en materia, conocimos los rasgos básicos de las diferentes religiones presentes en Europa. A continuación, pasamos a examinar los puntos de conflicto que surgen al abordar el tema, tales como la relación entre las instituciones religiosas y el estado, el papel de los medios de comunicación, los estereotipos, o cuestiones relacionadas con el género, entre otros. Por último, nos pusimos manos a la obra contra la discriminación, proponiendo métodos para enfrentar el problema y preparando los talleres que implementaremos en los próximos meses.

Durante los meses de verano, las participantes llevaremos a cabo varios talleres en nuestras ciudades de residencia, en los que trasladaremos el conocimiento y las herramientas que traemos del curso Peers for Peace en Arad. Y en noviembre, nos volveremos a ver en Struga (Macedonia) para poner en común los resultados y explorar nuevas líneas de acción.

A continuación os dejamos unas pequeñas pinceladas de lo que fue para cada una de las participantes la experiencia Peers for Peace en Arad.

MARTA: Pese al escepticismo inicial, este curso ha sido sin duda el mejor proyecto Erasmus+ en el que he participado (¡y eso que ya van unos cuantos!). La profesionalidad de las compañeras de Ofensiva Tinerilor y de las ‘trainers’ del curso es una de las razones para calificar esta experiencia con un diez. Además, cada participante me aportó algo, ya fuera en la esfera de lo profesional o en la de lo personal. Me he traído en la mochila, no sólo un puñado de amigos y amigas, de conocimiento y de buenas prácticas, sino también un cambio en la percepción de muchas de las realidades que me rodean, resultado de un ejercicio de comprensión, empatía y tolerancia que nunca antes había experimentado. ¡No puedo esperar a noviembre para la segunda parte!

SARA: 6 días rompiendo estereotipos sobre religión. Eso fue para mí el training 'Peers for Peace', que me ha servido para conocer mejor mis propias creencias, analizar el mundo que nos rodea y repensar y reposicionar mi postura en muchos de los temas que hemos tratado. Ha sido una experiencia increíble, tanto por la gestión de Ofensiva Tinerilor, la profesionalidad de los trainers, como por la gente que participamos en un ambiente de respeto, tolerancia y continuo aprendizaje.

BEA: Esta ha sido mi primera participación en un programa de este estilo, y sin duda no creo que sea la última. Al principio no tenía muy claro qué iba a hacer o cuál era la finalidad del curso. Al final, no solo he ganado personas que creo que me acompañarán en muchas facetas de mi vida en el futuro, sino una nueva yo, llena de dudas, críticas y más ganas de aprender que nunca. Ha sido un encuentro personal con grandes seres humanos que me han hecho crecer a todos los niveles imaginables. Y lo cierto es que no puedo esperar para volver a verles en Macedonia.