[EMPRESAS ANFITRIONAS ERASMUS +]  En nuestra sección de ‘Buenas Prácticas’, nos gusta destacar la labor de aquellas entidades que trabajan con el objetivo de hacer la vida más fácil a las personas. Desde su creación en 1974, el Patronato NSD (Patronato de Nuestra Señora de los Dolores) de Zaragoza siempre ha intentado ayudar a las familias más desfavorecidas, a la infancia y a la juventud. Su labor siempre ha sido importante, pero desde la llegada de la pandemia, esta ha sido más necesaria que nunca. Por ello, el Patronato es merecedor de una mención especial en nuestras ‘Buenas Prácticas’.

El Patronato NSD (Patronato de Nuestra Señora de los Dolores) es una entidad sin ánimo de lucro que ofrece su ayuda social a través diferentes tipos de servicio: desde guardería social hasta cursos de formación. Con la pandemia, han visto que las necesidades se multiplicaban y han tenido que hacer hincapié en ciertas formas de apoyo como el banco de alimentos o la conciliación familiar.

La entidad tiene a sus espaldas muchos años de experiencia. El Patronato fue fundado en 1974 y, desde entonces, ha ido creciendo poco a poco. Como apuntan en su página web, siempre “con el objetivo final de ayudar a toda la población, y en especial a las familias desfavorecidas, a la infancia y a la juventud, sin discriminación de género, edad, etnia o religión”. Se ubica en el barrio zaragozano de San José y a él acuden cada día muchas familias para buscar apoyo en sus servicios.

Por un lado, el Patronato ofrece servicio de guardería social y es una de las principales líneas de actuación del centro, puesto que atiende a unas 60 familias con niños.  La Guardería Infantil Social Nuestra Señora de los Dolores se llama así porque permanece abierta todos los días laborables, haciendo que la conciliación de la vida laboral y familiar sea mucho más fácil para todas aquellas personas que hacen uso del servicio. Tuvo que cerrarse durante un par de meses por la pandemia, pero el resto del tiempo se ha mantenido abierta, permitiendo al centro seguir cubriendo las necesidades del barrio. ¿Cómo lo han conseguido? Siguiendo unas rigurosas medidas sanitarias y un estricto protocolo de seguridad. Según explica una de las voluntarias, nunca entran a las aulas con ropa ni zapatos de calle. Lo que hacen es dejar unas prendas en el centro durante toda la semana para evitar que estas sean contaminadas en el trayecto de casa al Patronato y los viernes se las llevan para lavarlas.

“Actualmente en la guardería atendemos a 60 niños, con el banco de alimentos a 80 familias y estamos planeando ya las actividades de campamento para el verano”

La entidad está también muy enfocada a la preparación de campamentos y cursos de formación. Llevar a cabo actividades presenciales de este tipo ha sido tarea imposible en los meses más duros del coronavirus. No obstante, el actual presidente del Patronato D. Miguel Ángel Blasco comenta que para el próximo verano ya están planeando las actividades de verano en los Pirineos: “Aunque sea pronto, estamos empezando ya con el proyecto de Pirineos para todos”. Coordinan un total de 8 campamentos a los cuales, por la situación de pandemia, podrían acudir unos 320 jóvenes (40 niños como máximo en cada campamento), la mitad que otros años. Los cursos de formación se han visto algo menos afectados por la posibilidad de hacerse de forma virtual.

Fueron testigos directos del aumento de necesidades por culpa de la pandemia al ver un “incremento exponencial” en la “cantidad de personas” que acudían al banco de alimentos, cuenta Miguel Ángel Blasco. De una decena de familias que necesitaban esta ayuda pasaron a tener 80 familias en esa situación. “Entonces fue cuando nos homologamos como banco de alimentos en la Fundación Banco de Alimentos de Zaragoza, buscamos un local, hemos puesto congeladores y neveras y todo un espacio físico de unos 70 metros cuadrados para todo el proyecto de banco de alimentos”, explica.

Igual que aumentó la necesidad, también creció la solidaridad. Esto se vio reflejado en el incremento de las donaciones. “Pasamos de poner cada uno de nosotros un granito de arena a tener unas donaciones de alimentos de 2.500 de kilos al mes”, detalla el presidente del centro. Y lo mismo con el número de voluntarios que no para de crecer.

Se puede decir que el Patronato NSD y la Asociación Mundus son ya viejos amigos. Y en cuanto las circunstancias lo han permitido, la entidad ha vuelto a acoger a jóvenes estudiantes europeos. Carla Mellado llegó el pasado mes de marzo a Zaragoza desde Nimes para ayudar en el servicio de guardería y, a su vez, hacer una inmersión tanto en la ciudad como en la lengua española. De esta forma, el Patronato gana a una persona más para que la ayuda ofertada por la entidad no cese y, a su vez, la joven puede vivir en primea persona la increíble experiencia de formar parte de este proyecto solidario.