El arte como herramienta de inclusión social fue el eje central del curso de formación “Social Inclusion Through Arts” (SITA) que tuvo lugar en Zaragoza del 20 al 26 de octubre de 2017. A caballo entre el antiguo Hotel Horus y la sede de Mundus en Aragón –el espacio de co-working CIEM–, 21 participantes de 10 países distintos (España, Croacia, Grecia, Italia, Eslovaquia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Portugal y Polonia) participaron en SITA, un curso financiado por Erasmus+ y co-organizado por MUNDUS y Udruga Mladih, de Croacia.

Los objetivos del proyecto fueron:  1) Crear conciencia sobre el estado del arte como herramienta de inclusión social en otros países a través de la interacción de los participantes, ofreciéndoles la oportunidad de establecer contacto entre ellos; 2) compartir conocimientos y adquirir habilidades para el trabajo diario con jóvenes con menos oportunidades a través de la transferencia de prácticas que pueden impulsar la participación y la inclusión en las comunidades locales; 3) y proporcionar a los participantes métodos creativos para talleres y metodologías digitales para llegar a involucrar a jóvenes en riesgo de exclusión.

El primer día se dedicó a que los participantes se conocieran e hicieran grupo. A partir del segundo día se entró en materia, hablando de qué significa exclusión social, llevando a cabo actividades de rol y debatiendo la complejidad de la temática. Ya en la tercera jornada, se empezó a utilizar el arte con el método elegido por los participantes “photovoice”, una técnica que combina la fotografía con los fundamentos de acción social en ámbitos como el desarrollo social, la sanidad o la educación. A través del “photovoice” se mencionaron temas como la accesibilidad en la ciudad, los sitios abandonados y su uso, el espacio público y la infancia. En este sesión se ideó el proyecto principal: un corto sobre la inclusión social que llevarían a cabo todo el grupo, una idea compleja que permitió a los participantes poner en práctica la inclusión y trabajar con recursos limitados (tanto materiales como de tiempo). ¡No te pierdas el resultado!

El curso también llevo a los participantes a visitas de estudio, entre ellas el “Proyecto Hombre”, una conocida ONG que trabaja con personas en situación de drogodependencia. El grupo internacional tuvo también la oportunidad de buscar espacios de creación para futuros proyectos europeos y de crear redes de colaboración. Como en todo este tipo de experiencias no faltaron energizers, noches interculturales y otras actividades de ocio.

En resumen, el grupo experimentó y debatió sobre cómo la inclusión social es un tema muy delicado y donde hay mucho trabajo individual para poder mejorarla. Se llevaron en sus maletas herramientas y metodologías para trabajar en sus entornos locales, y evaluaron muy positivamente la experiencia. ¡Suerte, chicos!

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