Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Más información

Testimonio Dani Goñalons | 20 años

Para empezar, tengo que decir, que he sido muy afortunado por encontrarme en el trabajo unos jefes y compañeros, flexibles, extraordinarios y empáticos. Factores que me darán la libertad de descubrir a fondo casi cada rincón de este maravilloso Pais, donde cada lugareño te dará, sin sudores, todo lo que necesites.

Cesena, donde he estado llevando a cabo mi labor, en dos tiendas de alimentación y medicina natural, dos pequeños santuarios de sabiduría y belleza, donde cada persona, y la gran mayoría de clientes me han tratado con una cercanía asombrosa. Lugar el cual, he crecido intelectualmente, lingüísticamente, pero sobre todo interiormente.

Forlì, la ciudad donde he habitado, un sitio con poca actividad, pero con una tranquilidad paradisíaca, paraje donde, podrás estar una noche escuchando las vidas de todos sin escuchar nada, en donde podrás deleitarte de un cielo,  y echarte un cigarrillo con cualquiera, explicándote historias maravillosas; pero, sin embargo, los miércoles de junio y julio, esta tranquilidad se convertirá en un ruido placentero, de masas de gente, disfrutando de la noche, y que podrá disfrutar cualquiera.

Casa a Colori, una residencia sin igual, en donde si te gusta la fiesta y el ruido, allí no serás bienvenido, pero dejaremos la fiesta para la calle, y nos ceñiremos a convivir con gente de todo el mundo, y de todas las edades, el qual cada noche te podrás sentar con cada uno de los inquilinos, y  deleitarte de sus historias vividas, siendo éstas las lecciones de vida más importantes, pero no nos olvidemos del cachondeo, que eso también les encanta…y nos encanta.

Dani Goñalons