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Testimonio Denise Polanco | 17 años

Mi nombre es Denise y estudio un grado medio de Cuidados Auxiliares de Enfermería, y fui de Erasmus por el periodo de un mes a Forlì una ciudad cerca de Bolonia, que se sitúa en Italia, en verano a realizar parte de las prácticas que debía realizar para mi Formación Profesional.

Al llegar al aeropuerto de Bolonia nos vino a recoger un señor con un cartelito que llevaba el nombre de la empresa que llevaba nuestras gestiones allí, y este iba a ser nuestro conductor de un autobús que nos fue llevando a cada grupo a su residencia correspondiente, cada residencia estaba en una ciudad diferente pero todas bastante cercanas, durante el trayecto hicimos una parada de una media hora para el descanso del conductor y aprovechamos para mirar un poco la zona donde nos encontrábamos y comprar algo de comida antes de que cerrasen, ya que nadie ni Erasmus ni Uniser, nos avisó de que día nos entregaban el "pocket money" que es el dinero que te dan semanal para que puedas sobrevivir durante el tiempo que estarás allí, por lo que si  no comprábamos nada íbamos a estar sin comer hasta el martes que es el día que recibíamos la mitad del dinero, cosa que tampoco se nos informó con antelación y que se debería haber informado ya que ese dinero es para pagar la fianza de nuestra estancia. Después del descanso, un largo trayecto y que el conductor fumara mientras conducía o observara el móvil al mismo tiempo de vez en cuando, finalmente, llegamos a nuestra ciudad, el conductor nos dejó allí y se marchó, no había ningún responsable que nos dijese donde se encontraba nuestra residencia, no teníamos llaves de la habitación y estábamos incomunicados y desinformados, pasada una hora apareció una chica, llamada Andrea, que nos entregó unos papeles de bienvenida y nos enseñó donde se encontraba nuestra residencia, cual era nuestra habitación y nos explicó parte de las cosas. Otras personas que ya estaban allí en la residencia fueron los que nos informaron de que teníamos lavadora pero que debíamos pagar para usarla otro dato del que desconocíamos, y que si queríamos tener una nevera personal la debíamos pedir al conserje , persona que no se le veía nada más que a ratos durante el día y era casi imposible contactar con el hasta que días después comenzó a venir regularmente y pagarle a  este 10E.

Una vez ya instaladas decidimos entrar a la cocina, y fue cuando nos quedamos impactadas, de la suciedad y el desorden que había allí, no había nada con lo que se pudiese comer sin coger una infección o una enfermedad, al día siguiente decidimos informar a Uniser, a lo que ellos respondieron que era parte de la convivencia y debíamos ir puerta por puerta a hablar con nuestros compañeros, para que todos colaboren y limpien y mantengan las correctamente para el uso colectivo. Durante la primera semana asistimos a un cursillo intensivo de italiano, que se hizo bastante pesado, el primer día al menos dieron comida como bienvenida, nos explicaron las normativas y si necesitábamos informar o ser informados de algo como comunicarnos con ellos. Seis días después de mi llegada me presentaron el lugar donde iba a trabajar, tuve la suerte de trabajar a 15 minutos andando de mi residencia, y al día siguiente ya había comenzado.

Por lo demás, todo correcto, quieras o no es una gran experiencia en la que aprendes a conocerte como persona, y a conocer a otras personas y la cultura de un nuevo país, su idioma y su gente, y creces mucho como persona para el poco tiempo que estas allí.

Denise Polanco