Testimonio Ainoa | 24 años
Cada día nos bombardean con malas noticias, las malas noticias que a ellos les interesan, pero malas noticias. Y la verdad es que las cosas están jodidas. Siempre he sido una persona inquieta y con ganas de contribuir a mejorar un poco la situación. Después de algún voluntariado y otros tantos campos de trabajo era hora de dar un paso más. Un Servicio de Voluntariado Europeo sonaba de lo más idílico, aunque complicado. Pero la oportunidad llegó y está claro que hay que cogerlas al vuelo y no dejarlas escapar.
Rumania me espera, una gran desconocida para mí. En Cristuru Secuiecs trabajaré con la Youth Association from Transilvania, organización involucrada en el desarrollo de la comunidad. Concretamente mi labor se centrará con la radio local: información, música, cultura ¿qué más se puede pedir?
Estoy segura de que una gran experiencia me espera y que este año dará para mucho. El mundo hay que vivirlo sin límites y empaparse de diferentes culturas es la mejor forma de hacerlo. Está claro que nuestra Tierra no va a cambiar sola, pero juntos podemos reconstruir una mucho mejor.
Como dice una buena amiga:“el mundo necesita más seres humanos y menos personas”, y seguro que estaré rodeada de muchos. Dicen que todos los voluntariados tenemos algo en común, quizás sean las ganas o las almas revolucionarias ¿qué pensáis?
Ainoa