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Testimonio Samuel Tébar | 24 años

Mi experiencia de EVS durante un año en República Checa.

Bueno esta es mi segunda entrega sobre mi periodo como voluntario europeo en la República Checa. Anteriormente os había relatado cómo fue mi primera mitad del año y esos primeros meses y como os explicaba que en el mes de julio acabé finalmente, con mi carrera en la universidad de Castilla-La Mancha, 5 años de mi vida que acababan en ese justo momento.  

Como gracias a que en ese momento me encontré con un proyecto llamado SVE, que conocía muy por encima, un proyecto que en España no todo el mundo conoce y que debería de ser más conocido, pude vivir esta maravillosa experiencia.

Después de elegir varios destinos y de hacer varias entrevistas para esos respectivos destinos, a mediados de agosto, finalmente, tuve mi destino para los próximos 12 meses. Holesov, en la República Checa sería mi hogar durante ese periodo de tiempo.

En el mes de septiembre me encaminé para aquí, y he de decir que los primeros días y las primeras semanas son algo complicadas, es un idioma nuevo, no todo el mundo habla inglés y tienes que ir adaptándote poco a poco a todo. Pero una vez pasado el periodo de adaptación, te das cuenta que vivir como voluntario europeo, es maravilloso. Todo el mundo en el pueblo te conoce, eres como uno más de la familia de todos los habitantes, y todos te intentar tratar maravillosamente.

Ahora toca un poco de hacer una vista general de cómo ha sido este año. Creo que pasado los problemas de los primeros meses, pasado el frío increíble que hizo hasta el mes de junio, y todo lo distinto que implica vivir en un país nuevo…pasado todo eso, creo que ha sido el mejor año de mi vida.

He conocido a gente que seguro, y espero, volveré a ver muy pronto, he hecho grandes amigos, y he crecido como persona. Los viajes, las tardes de trabajo, los niños, las fotos, mis tareas como periodista dentro de la organización, la gran conciencia de una Europa joven que he adquirido…me voy a casa, vuelvo a España, con todo eso en mi maleta.

Durante esta año aquí en la República Checa, he sido periodista, mi verdadera profesión, he sido médico con los niños, he sido deportista de élite e incluso me he convertido en un personaje del folclore y la cultura checa, he aprendido checo, lengua de signos y a como cocinar mil y un tipos de sopas checas, me voy con mi certificado de idiomas en Checo a Casa!!!!! Pero sin duda alguna, lo que más he aprendido es que tengo una pequeñita familia en Holesov, ese pueblo que al principio me parecía demasiado pequeño, y que ahora se me hace demasiado grande.

Decir a los que vengáis por detrás y os estéis planteando hacer un EVS, que no lo dudéis, tiraros a la piscina, tal vez no uno de larga duración, de un año, como yo, pero probar uno de 6 ó 9 meses, es duro al principio, pero mentiría si dijera que no merece la pena, porque a mí me ha merecido mucho mucho la pena.